miércoles, 19 de abril de 2006

Señas de Identidad

Por Alicia Valmaseda Merino Coordinadora y Portavoz de  ComunidadLeonesa.ES

Correo dirigido a:

“SER-Hoy por hoy” hoyporhoy@cadenaser.com

19 de abril de 2006

Señores:

Intenté sin éxito ponerme en contacto con Uds. a través del teléfono y espero que den publicidad al presente correo.

Como es habitual, esta mañana escuché su tertulia en la que, en el día de hoy, hablaban sobre la definición de Andalucía como "realidad nacional". No pienso entrar en éste ni otro tipo de definiciones sobre ninguna región española pero tengo que expresar mi más enérgica repulsa sobre las declaraciones de uno de sus contertulios según las cuales, Andalucía tiene una diferenciación del resto de España muy superior a la de "León, las tres provincias clásicas leonesas, del resto de Castilla la Vieja".

En primer lugar, el Reino de León, formado por las provincias de León, Zamora y Salamanca, NUNCA perteneció a Castilla la Vieja por lo que el término "el resto de Castilla la Vieja" está totalmente fuera de lugar.

Tampoco entiendo muy bien por qué motivo las provincias castellanoviejas de Santander y Logroño pudieron acceder a autonomías diferenciadas sin problema alguno y, sin embargo, el Reino de León mediante unos procedimientos caciquiles (abanderados en esta provincia por Rodolfo Martín Villa) fue incluido, de hoz y de coz, en una comunidad autónoma llamada de "Castilla y León" que existe exclusivamente hace 23 años y que con una existencia tan limitada algunos políticos intentan convertir en "histórica" mezclando términos tan antónimos como pueden ser "moderna unión" y "comunidad histórica".

No creemos que deba olvidarse, y menos aún tergiversarse, el hecho de que el Reino de León fue el más grande reino peninsular, el primero que aprobó un Fuero (el de León en el año 1017, ampliado en 1.020) que recogía importantes derechos para sus naturales, impensables en aquella época en cualquier otro reino europeo y que incluso en muchos de ellos tardaron varios siglos en ser reconocidos, el primero que reunió unas Cortes (en 1.188 en la Real Basílica de San Isidoro de León y en 1.205 en Benavente) en las que estuvieron representadas las ciudades, antecedentes de las actuales cortes democráticas, el primero en levantarse contra la invasión francesa el 24 de Abril de 1.808 al tiempo que al tremolar del Pendón Real se proclamaba rey a Fernando VII en quien había abdicado su padre el 13 de Abril y había salido de España hacia Francia el 19 del mismo mes).

Todos estos hechos, y muchos otros que sería harto prolijo detallar en este correo, fueron hechos leoneses, en ningún caso castellanos o castellano-leoneses y no nos hacen superiores a ninguna otra nacionalidad o región española pero si demuestran una diferenciación y, desde luego, no nos hacen inferiores.

También fue aquí, en el monasterio de Rozuela, hoy desaparecido, próximo a Ardón (a unos 15 kms. de la ciudad de León) donde se escribió el primer documento íntegramente redactado en lengua romance en la península. (No olvidemos que las Glosas Emilianenses, saludadas como el primer documento castellano están escritas en latín con notas marginales en castellano y euskera y el documento de los Quesos de Rozuela ha sido fechado con anterioridad a las Glosas). Es curioso que se llame gallego al romance hablado en Galicia, aragonés al hablado en Aragón, catalán al hablado en Cataluña y castellano al hablado en Castilla. Sin embargo, por parte de algunos "eruditos", desconocemos con qué intenciones, al romance hablado en León, intentan llamarlo castellano.

En aquella lejana época del siglo X, Castilla era un simple condado del Regnum-Imperium leonés, como lo era por ejemplo el de Saldaña, por lo que es harto difícil que la lengua hablada en la Corte pudiera ser llamada castellano cuando el término de prestigio era leonés.

La lengua leonesa, incluso hoy en día, a pesar de todas las trabas burocráticas de la administración castellana, se continúa hablando en nuestra tierra e incluso una de sus variantes, el mirandés, hablada en la zona de Miranda del Douro en la vecina Portugal, es cooficial junto con el portugués. Se estima que el número de hablantes del leonés ronda las 50.000 personas, es cierto que no son muchos pero el derecho individual de las personas a la utilización del propio idioma, reconocido dentro de la Declaración Universal de los Derechos Humanos no está ligado al número de hablantes, no es una cuestión de mayorías sino de respeto a las minorías que es el fundamento de la democracia y que, desgraciadamente, no se respeta en este país nuestro.

Les invitamos también a que estudien las diferencias en el poblamiento entre León y Castilla, poco o nada tienen que ver los grandes pueblos castellanos con varias grandes iglesias con los pequeños núcleos de población establecidos alrededor de una iglesia y un cementerio en nuestra tierra leonesa o el hecho de que en la provincia de León el 60% del territorio sea de titularidad comunal lo que conlleva una gran autonomía de las Juntas Vecinales, herederas de los antiguos Concejos. (Seña de identidad que, por cierto, está intentando ser eliminada por la Junta de Castilla mediante una ley que proyecta despojar a los pueblos de sus bosques comunales).

Como digo anteriormente sería demasiado prolijo listar aquí todas las diferencias entre León y Castilla pero no puedo dejar de reseñar que únicamente los tres últimos Reyes de España (ya que la última que cumplió con dicho rito fue Isabel II) no fueron ungidos en la Catedral de León, siguiendo el antiguo rito leonés, y viendo como "se levantaban pendones" por el Rey ya que, en nuestra tierra, mientras los pendones no se alzaban por el nuevo Rey éste no podía titularse Rey de León. Y por otra parte, si como dicen algunos en 1230 se unieron León y Castilla ¿cómo es posible que los Reyes siguieran intitulándose: "de Castilla, de León, de Galicia..... etc."? ¿es que acaso ignoraban que los reinos se habían unido o es que, simplemente, nunca lo hicieron?

Tal vez les parezca que hablo mucho del pasado, es cierto, pero no comprendo como se puede llamar "histórica" a ninguna realidad sin hablar de la historia que es lo que últimamente parecen hacer nuestros políticos.

Por último, quiero dejar bien claro que los políticos pueden aprobar lo que mejor les parezca, tienen toda la legitimidad para hacerlo cuando hablamos de leyes que recojan derechos y deberes para todos los ciudadanos pero hay cosas sobre las que no pueden legislar. Si mañana el 100% del Parlamento español decide que los españoles somos negros o que la península ibérica se encuentra en Asia, estarán representando a todos los españoles al hacerlo pero indudablemente lo que aprueben no será cierto. Del mismo modo, hace 23 años se aprobó un Estatuto, de Castilla y León (observen que es el único que tiene en su denominación una "y", conjunción copulativa que como Uds., como profesionales de la palabra, muy bien saben, une conceptos de la misma entidad e importancia, por lo que hablar de "la región" es un craso error) mediante el cual intentan decir que León y Castilla tienen una identidad común, cosa totalmente falsa.

En una época la Corona Leonesa y la Corona Castellana pasaron a tener el mismo rey pero si eso autoriza a llamarnos castellanos a los leoneses, también hay que llamar castellanos a los gallegos, a los extremeños, a los vascos y a los andaluces y deberemos llamar aragoneses a los catalanes puesto que Cataluña era parte de la Corona de Aragón. Prueben a hacerlo así y verán las respuestas de los interesados. Lo que en tiempos fueron las Coronas de Castilla y Aragón constituyen hoy día nuestro país, España por lo que, por si todavía no se dieron cuenta, hay que recordarles una verdad tan simple como que la región de Castilla es una parte más de España (repartida hoy entre cinco autonomías diferentes) pero España es mucho más que Castilla y los leoneses, que no negamos nuestra condición de españoles, ni fuimos, ni somos ni seremos nunca castellanos.

El Reino de León tiene una cultura, unas raíces y una identidad propias. Que haya intereses espurios que intenten negarlo no debe ser óbice para reconocerlo, y además de hablar castellano, tenemos nuestra propia lengua, el leonés, reconocido por la UNESCO como en serio peligro, que merece el mismo respeto que cualquier otra lengua del mundo y que debería estar protegido tanto por el Gobierno Central como por el Autonómico.

Desde León agradeceremos el máximo respeto a nuestra identidad y nuestra cultura,

Un cordial saludo

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